PROCEDIMIENTOS
MÉDICOS ESTÉTICOS

Hiperhidrosis y Toxina Botulínica

Este término hace referencia al aumento de sudoración ecrina. El sudor es una de las formas más importantes que tiene el organismo para liberar calor. Las glándulas sudoríparas ecrinas son muy numerosas y de distribución universal, pero con especial concentración a nivel de palmas, plantas, axilas, cara y cuero cabelludo. El aumento de sudoración puede afectar a todo el organismo (hiperhidrosis generalizada) o a zonas concretas del mismo (hiperhidrosis focal). Las zonas que más se afectan son: palmas, plantas, axilas y cara. La repercusión en la calidad de vida de las personas que la padecen es muy importante limitándoles en muchos casos su actividad laboral y social.

FACTORES DESENCADENANTES

– El ejercicio

– El calor y el frío

– El alcohol, café, té, fumar y alimentos picantes

– El estrés, la ansiedad y las emociones fuertes

TOXINA BOTULÍNICA

Es el tratamiento favorito al día de hoy por ser eficaz y seguro, sobre todo a nivel axilar. Es un preparado purificado de una proteína, la toxina botulínica tipo A, obtenida del Clostridium botulium en crecimiento, bajo modernos métodos de cultivo.

Esta proteína bloquea la acción de las terminaciones nerviosas que inervan las glándulas sudoríparas ecrinas evitando que produzcan sudor.

Se inyecta una cantidad pequeña de toxina botulínica mediante unas agujas muy finas en la parte más superficial de la piel afecta (axilas, palmas o plantas). Se distribuye en pinchazos espaciados entre 1 y 2 cm en el área afectada. El tratamiento dura entre 15 y 30 minutos. En axilas el tratamiento es prácticamente indoloro. El efecto es transitorio durando varios meses (6-9 meses).